martes, 18 de noviembre de 2008














FELINOS AMARILLOS

defienden la morada levitante con amenazantes mantras,

enardecidas miradas que derrotan al enemigo,

lóbregos ladridos logrados con siglos de paciente práctica,

todo por amor a su dueño que habita su hogar

cuando las estrellas reposan;

en las noches trabaja perfeccionando sus puntas,

puliendo su brillo, dándoles la eléctrica bebida de la longevidad.

Ellas le conceden el presente de la libertad plena

de seguir siendo quien es:

el vate...

¿Quién es ese ser?

Es desesperanza transmutada en belleza,

el calor humano que mima este mundo maltratado,

inquietud por lograr el blanco sereno;

inamovilidad de la edénica manzana, su asepsia,

oportunidad de repetir el génesis con final felíz,

el pez del agua virtuosa que trata de no ahogarse.

Es el cuerpo incorruptible del ágape,

el dolor humillante de una existencia relegada por disímil,

pinos y cabañas bañadas de paisaje andino

fuera del mapa y las medidas del reloj;

una de las razones por la que el mundo aún no ha sido devastado

por la mano de la Gran Verdad.

Agnieszka Malgorzata Rybarczyk Feder

Puerto Ordaz, 03 de sept. de 2007



POEMA (En ciertos países vierten los resíduos de la minería directo a sus ríos...)

IMPERCEPTIBLES EXCREMENTOS DE LA MUERTE

llamados M E R C U R I O

SE FILTRAN A NUESTROS PLATOS EXQUISITOS.

Los frutos de tu vientre vienen llorando mercurio,

los ríos de la respetable nación sudan mercurio,

el imperceptible excremento de la muerte

se torna fluído de embalsamamiento para tus sesos,

pensamientos metalizados entre estopas de confusión

... hígados, sistemas, sentidos se van conviriendo en su obligatoria

(propiedad.

Paz limpia embelesó la historia de su pueblo,

... un día este sosiego puro se ahogó en mercurio,

en su compulsiva costumbre de infiltrarse en la sociedad

por capas, toneladas.

Astuto excremento de la muerte lleno de vida propia

maquinó un blanco emblema en su inícua inosencia

pasando desapercibido,

dejando tras una estela de trastos humanos amnésicos y temblorosos.

Mercurio duele en los niños que vinieron y que vendrán,

pero eso, no señor ... no es culpa del mercurio,

es de los padres

que se alimentan de mercurio...

Bellezas de oro:

máxima elegancia en dedos de la vanidad,

dedos que poco a poco se hincharán con sangre pesada de mercurio

que sale por el grifo de sus casas todas.

Es preciso bañarse en mercurio y otros valiosos elementos

... obligatorios para el progreso monetario;

El mundo: un gran caldo de m a r a v i l l a s

que rellenan los cuerpos con sus extraños ingrendientes precisos para

la mortífera y dulce vida de la moderna sociedad.

Agnieszka M. Rybarczyk Feder




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