tibiamente observan
trozos de AFECTO sin contorno ni rostro
secándose en la palma de las pétreas manos de algo
(no alguien)
llenas de X pasado,
con un X dolor...
nadie escucha ,
ni quiere saber;
le importa a quién:
estiman, idolatran
sus indolentes huellas, mejillas.
Dentro de una castaña incuban
su pequeño y prepotente mundo
relleno de vigas oxidadas
cubiertas de gemas
y descartable amor.
Agnieszka M. Rybarczyk Feder
Venezuela, 04 de nov. de 2008
1 comentario:
Siempre hermosos tus poemas. Lo que me fascina de leerte es que tus letras tienen un inagotable abanico de posibles interpretaciones. Siempre tan complejas y tan sencillas a la vez.
Es un verdadero gusto pasarme por acá.
Un abrazo.
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